No se me ha roto el corazón
Es que me lié con las instrucciones
"Confía en la gente, dijeron. Abre tu corazón, dijeron... Hijos de puta." Y así, un día te encuentras hundido en la más mísera miseria cuando parece que todo ha salido mal. Porque esa persona que era tan importante en tu vida se ha ido y ha dejado un hueco enorme en tu alma hecha un trapo. Porque, de pronto, el mundo se acaba. O eso te parece a ti. Pues no, aunque no lo creas, no es el Mismísimo Fin. Y si aún no te has dado cuenta, este libro te lo va a demostrar. Este pequeño manual amateur de supervivencia a desamores, desamistades, desastres y desesperaciones pasa por todas las fases de tu pequeño (o no tan pequeño) apocalipsis, desde el mismo momento en que crees que se te ha clavado algo muy afilado en el corazón y explora todas las fases que le siguen, obligando a deshacerse de un montón de trastos inútiles como el rencor, la desgana o el miedo, hasta descubrir que, ¡oh, sorpresa!, al final no fue para tanto. Te da los dos guantazos que necesitas para espabilar cuando no quieres separarte del sofá y del pijama. Y también te mima. Te hace llorar un poco (porque te pones tierno, claro) y reír mucho. Porque para dramas, ya está la vida. Este libro no salvará tu vida. Pero tal vez la haga un poquito mejor. |
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